UNA ENTRADA PARA DON QUIJOTE (1)
(con motivo de la exposición «Don Quijote y el cine» organizada por la Filmoteca Española)

Baudelaire escribió que lo bello «...contiene siempre un poco de rareza, de rareza ingenua, no querida, inconsciente, y que es ésta rareza la que lo hace particularmente bello». Como quizá sucede en esa extraña imagen de don Quijote sentado en una sala de cine, fruto de la imaginación de Orson Welles. Secuencia que puede definir el espíritu de esta exposición, un acercamiento cinematográfico hacia el ingenioso hidalgo y su creador literario. Comienza ésta con una variada iconografía del personaje: desde algunos grabados de Gustavo Doré hasta una edición ilustrada por Dalí, entre otros. También están presentes los aparatos de ilusión óptica del siglo XIX, con diversos cristales para linterna mágica o bandas para zootropo que recogen escenas de la novela.

Un mucho de todo
Les aventures de Don Quichotte (Ferdinand Zecca/Lucien Nonguet, 1903) es la adaptación más antigua que se conserva y de ella se exhiben varias postales de la época. Aparte se muestran numerosos materiales, no sólo de los propios fondos de la Filmoteca Española, sino de diversas instituciones (la Svenska Filminstitutet, la Bibliothèque du Film, el Deutsches Filminstitut, etc) y préstamos de colecciones particulares, como carteles originales, press books o programas de mano de películas tan destacadas como Don Quichotte (Camille de Morlhon, 1913), Don Quijote de La Mancha (1926) del danés Lau Lauritzen, la versión de Pabst (1932) con el cantante de ópera Feodor Chaliapin, la de Grigori Kozintsev de 1957, el filme inacabado de Orson Welles, recompuesto en 1992, y del que se exhibe la armadura que llevaba el actor Francisco Reiguera o El hombre de La Mancha (1972), versión del musical de Broadway dirigida por Arthur Hiller con Peter O’Toole en el papel principal.

La adaptación española que gozó de mas prestigio fue el Don Quijote de La Mancha dirigida por Rafael Gil en 1948, que está representada por numerosas piezas: carteles de la época, el álbum de fotos editado por la productora CIFESA, un guión original y varios fotocromos autografiados por algunos de sus protagonistas: Rafael Rivelles (Don Quijote); Juan Calvo (Sancho Panza) y Sara Montiel (Antonia, la sobrina). Además de varios figurines diseñados por Manuel Comba y Eduardo Torre de la Fuente
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Versiones animadas

El libro de Cervantes ha conocido diversas versiones en dibujos animados siendo una de las primeras Don Quixote (Ub Iwerks, 1934). En España destacan Don Quijote es armado caballero (Amaro Carretero Izquierdo 1970), que recoge el inicio de la novela hasta la noche en que el caballero vela sus armas, y la popular serie Don Quijote de La Mancha (Cruz Delgado/Romagosa, 1978) de la que se pueden contemplar varios estudios de movimiento y color de sus personajes. Dentro del género documental se han dedicado muchos filmes al Quijote sobresaliendo de entre todos La ruta de Don Quijote realizado por Ramón Biadiú en 1934. Pero sin duda uno de los mas interesantes es Lost in La Mancha (Keith Fulton, Louis Pepe 2002), making off sobre The Man Who Killed Don Quijote, ansiado proyecto de Terry Gilliam que los numerosos contratiempos impidieron llevar a cabo. Pertenecientes a este frustrado filme son los excelentes dibujos que se exhiben del escenógrafo Benjamín Fernández, además de una máscara y un cabezudo.

De hecho, la dirección artística es otro de los apartados más sugerentes de la muestra, ya que la mayoría de los dibujos son inéditos para el público. Destacan los del oscarizado Gil Parrondo del que se pueden contemplar los bocetos para los filmes Aventuras de Don Quijote (Eduardo García Maroto, 1960) y Don Quijote cabalga de nuevo (Roberto Gavaldón, 1973), en la que Fernando Fernán Gómez y Cantinflas hacian los papeles principales; algunos esbozos de Enrique Alarcón para Dulcinea (Vicente Escrivá, 1962) o Cervantes (Vicent Sherman, 1967), los magníficos figurines de Luis Argüello para éste último filme, o los diseños escenográficos de Félix Murcia y los de vestuario de Gerardo Vera para El Caballero don Quijote (2001) de Gutiérrez Aragón, segunda parte de su Don Quijote (1991), en la que Fernando Rey hizo una soberbia interpretación del hidalgo manchego.

Después de un apasionante recorrido por la exposición, me viene de nuevo la imagen de esa secuencia en la que Sancho busca a su señor. Mientras, don Quijote, sentado en una butaca, mira la pantalla.


CARLOS TEJEDA
(1) Artículo publicado en el suplemento cultural ABCD LAS ARTES Y LAS LETRAS del diario ABC, nº 703, semana del 23 al 29 de julio de 2005, p. 50.